martes, 9 de noviembre de 2010

REDACCIÓN ON LINE

Debemos tener en cuenta que no es lo mismo redactar para la web que para los medios impresos, a continuación se darán algunos pasos primordiales al momento de realizar la redacción on line.

  • Diferencia: Distinguirse del resto de los bloggers requiere un trabajo de inteligencia. Si escribes para nichos "populosos" como son los de tecnología, gadgets o diseño web, investiga como podrías acotarte aún más dentro de éstas temáticas, por ejemplo: escribir sobre una única marca de celulares, armar tutoriales sobre un único lenguaje de programación o uno que no sea tan popular entre las masas, etc. Otra cosa que puedes hacer para marcar la diferencia es utilizar un estilo de redacción propio, un lenguaje único e incluso escribir en otro idioma, en el caso que dominaras alguno.
  • Titulares: Muy para mi pesar, los títulos en web no pueden ser ni metafóricos, ni irónicos, ni poéticos como en los diarios o revistas. Lo que funciona en Internet es lo descriptivo e informativo. Tus títulos deben incluir las principales palabras clave que aparecen en tu texto para que los buscadores puedan indexarte. Las primeras dos o tres palabras del título son el anzuelo para tus lectores. Si no los enganchas en ese momento no continuarán leyendo tu escrito.
  • Menos es más:En general, la lectura en pantalla tiende a dificultarse por razones de todo tipo. Si tu blog no es uno de opinión o si tu redacción no es muy buena, es conveniente que escribas textos cortos de no más de cuatro o cinco frases. Lo más importante debe concentrarse en el título y el primer párrafo. Cuanto más rápido al grano, mejor. 
  • Contexto: No se puede dar por sentado que todo el mundo se pasa horas en la red leyendo todo lo que se le cruza y está hiper-informado. Es necesario proveer de contexto a tu lector, sea con una breve explicación de los hechos sobre los que estás escribiendo u ofreciendo esa información a través de enlaces a otras páginas dónde se explaya la noticia.
  • Enlaces: Los enlaces externos ayudan a contextualizar la información que ofreces, llamando a otras voces para que enriquezcan tu texto. Estas voces pueden ser externas, cuando se trata de sitios web ajenos o internas, cuando  enlazas tu propio contenido.
  • Palabras clave: Como dije antes, sin palabras clave no hay título ni contenido que valga. Lo mejor es hacer una lista fija de los términos que representan tu blog, tu temática y trabajar en base a ella. Cada vez que escribas un post revisa que tus keywords estén allí y si te las olvidaste, agrégalas.
  • Que parezca natural: Si bien los consejos anteriores son esenciales a la hora de escribir, tus textos no deberían parecerse a un montón de palabras rejuntadas. La idea es que lo que escribas fluya de modo natural y ni siquiera se note el uso de las palabras clave. Aquí observa de no usar dos veces la misma palabra, trata de combinar con sinónimos u otras de semejanza semántica. Si no te sale una oración optimizada, no la fuerces.
  • Formato: Es importante dividir el contenido en párrafos usando subtítulos, para hacer una mejor distribución de los bloques de texto. El uso de negrita ayuda a resaltar partes importantes para el lector, pero no hay que abusar. Tampoco abusar del enlace, si bien sabemos que es bueno hacerlo, un texto con enlaces cada tres palabras interrumpirá la lectura.
  • Multimedia: Los contenidos que incluyen multimedia (video, gráficos, fotos) son muy atractivos para los lectores. Antes de escribir tu próximo post piensa si lo que quieres escribir se podría comunicar de otra forma, por ejemplo: una serie de diapositivas. Tendrás que escribir de todas formas, pero lo harás más sintético y te valdrás de objetos visuales. Si la multimedia no es lo tuyo, adorna tus contenidos con alguna fotografía ilustrativa. Le dará más color y dinamismo a tu texto.
  • Corrección: Si eres de los que los mata la ansiedad y tienen que publicar inmediatamente después de escribir, a menos que seas alguien con mucha experiencia, deberías tomarte un tiempo para leer de nuevo lo que redactaste. Pero esto no debe hacerse al cabo de finalizada la redacción. Es recomendable despejar la mente, salir o hacer alguna otra tarea que no implique lectura ni escritura, para luego volver frescos a revisar nuestro texto y pulirlo, repasando errores de ortografía, tipeo u omisiones.

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